Cuando me preguntaron ¿cuál era el ideal para un equipo Open
de Paintball?, conteste: Volverse una familia.
En el camino del aprendizaje dependemos de aquellos que más experiencia
tienen pero también dependemos de saber escuchar, procesar y encajar con
aquellos que están surgiendo en el camino de transformarse en algo superior.
Transitamos un camino de bueno y malos momentos pero lo
importante es que logramos transitarlos juntos.
Preocupados por lo que nos
pasaba unos a otros dentro pero más aun fuera del campo de juego.
La realidad del paintball deportivo es que solo es trabajo
de equipo puro y simple y cuando ese trabajo traspasa la frontera de no solo ir
a entrenar o jugar un torneo. Sino de saberlo todo de ese otro hermano que está
allí no para amostrar su juego, sino para apuntalarnos juntos, para hacernos
fuertes, peligroso. Y esa es la confianza que inspira.
Jugar puede jugar cualquiera, entrenar puede entrenar
cualquier pero estar seguro que el otro estará allí cuando haga falta, eso no
lo logra cualquiera.
365 días de hermanada nos llevaron a esto, muchas gracias a
mis hermanos por tanto.
Claudio
Cardaci Coach Legion Of Doom
No hay comentarios:
Publicar un comentario